20 jun 2011

Ciclos

Ella tiene un don: es capaz de ver brillar las mentiras pronunciadas bajo la luz de la luna, excepto el día de plenilunio, cuando son las verdades las que se le revelan.
Sabedora así de que su amado era veraz, se dejó querer.
Una noche, vio refulgir las frases de amor de su adorado. Incrédula, miró el calendario lunar colocado al lado de la ventana. Ese día la luna era creciente. Se dejó llevar por la cólera. El cuerpo del joven nunca fue hallado.
Satisfecha su rabia, se dió cuenta de que, en su embeleso, había olvidado cambiar la página mensual de su lunario.

Desde entonces, sus citas son todas de día.

Imagen: Veracruz de noche. Foto: gremlin

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