30 jun 2011

Vagando por el páramo

Camina entre las nieblas de Dartmoor. Apura el paso. Aunque sigue las indicaciones de un famoso detective, no deja de tener miedo. ¿Y si es real el famoso perro? La oscuridad lo rodea. De repente, un grito rompe la niebla:

—¡Tu padre es un cabrón hijoeputa como ustedes! ¡Vengan acá, bola de inútiles!. ¿Quién se tragó lo que dejé aquí? ¡Y ni siquiera han limpiado, puta madre! ¿Qué esperan, hijos de la chingada? ¡Los estoy llamando, pendejos! —y la retahíla sigue.

Suspira, sale de su escondite y se dirige a enfrentar con sus hermanos la tormenta que se avecina, no sin antes marcar la página de “El sabueso de los Baskerville”.

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