5 jul 2011

Intencional

La gripe XXX hacía estragos en el mundo. Una vez identificada, rápidamente se calificó como pandemia. Sin embargo, no fue necesaria una vacuna; la población, seducida por el erótico placer de la infección, se contagió a sí misma tan rápido que la enfermedad desapareció: todos se volvieron inmunes.

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